El estadio municipal de La Línea de la Concepción está bastante deteriorado, pero la historia que lo rodea lo hace grande. El estadio donde tiene su casa la Balona fue construído en 1969 con unas magníficas características técnicas que hacían de él un gran estadio en esa época. El estadio se inauguró de la mejor manera posible, con un partido España- Finlandia, que acabó ganando la selección de nuestro país por 6 goles a 0.
Como hemos comentado antes, el paso de los años ha hecho que el estadio se esté deteriorando e incomodándose. En 2003 se realizaron las primeras reformas del estadio, con el establecimiento de un restaurante y de una cafetería. Más adelante, en 2009, se cambió el cesped natural por un cesped artificial de alta gama que luego no ha parecido ser tan bueno como debiera. No podemos olvidar que nuestro estadio cuenta con la sala de trofeos Francis Negrón, donde quedan recogidos todos los títulos cosechados por la Real Balompédica Linense.
La capacidad del estadio municipal es alrededor de los 19.500 espectadores, 4.500 en tribuna, 6.000 en preferencia y unos 4.500 en cada fondo aproximadamente. Este estadio tiene mucha historia porque por él han pasado grandes equipos como el Celtic de Glasgow, Aston Villa, Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Recreativo de Huelva, Liverpool, Valencia, Atletico de Madrid, PSV, Lyon y muchos más equipos importantes de todo el mundo.
Este pasado Sábado 7 de Abril, se vivió en el Municipal de La Línea de la Concepción un auténtico partidazo, digno de superior categoría, entre nuestra Balona y el filial del Real Betis Balompié. Durante toda la semana se vivió con gran espectación el partido , por una parte porque iba a ser retransmitido por las cámaras de Canal Sur y por otro lado porque el partido había sido declarado como día del aficionado, con precios muy populares.
Llegó la hora del partido, y el estadio municipal comenzó a llenarse y a vestir sus mejores galas. Más de 7000 almas blanquinegras arroparon al equipo, un gran colorido en el estadio digno de grandes partidos. Banderas, bufandas, globos, y lo mas importante, muchos niños animando al equipo, porque ellos son el futuro de la afición y el futuro de la Balona. El Betis B venía con todo a La Línea, incluyendo Vadillo, que venía de una lesión, y Pozuelo que lleva mas de media temporada jugando con el primer equipo en Primera División.
Comenzó dominando el Betis, hasta que la Balona se hizo con el mando del partido a base de buen juego, de toque e impulsada por el apoyo de la grada. Y sí, llegó el primer y único gol del partido, marcado por Bello en el minuto 36 tras una gran jugada personal del mismo, que dribló a dos jugadores verdiblancos para luego pegar un fuerte derechazo imparable para el portero. Trás este gol la grada estalló de júbilo, al igual que el banquillo, donde todos estallaron entre gritos y abrazos. La primera parte terminó con claro dominio de la Balona.
En la segunda parte, el Betis no fue ni mucho menos el equipo de la primera mitad, y la Balona pudo jugar la mejor segunda parte del campeonato tacticamente hablando, muy bien situada en el terreno de juego, tocando la pelota y haciendo correr al rival. La gente disfrutaba pero no llegaba la sentencia y el partido se iba acabando. Tocaba sufrir hasta el final, pero la Balona supo jugar muy bien los últimos minutos de partido y apenas se temió por el empate. Cuando el arbitro pitó el final del partido la grada, el banquillo y los jugadores, y porque no decirlo, toda La Línea estalló de alegría porque la victoria era muy importante.
Después de estos 3 puntos, y aprovechando la derrota del Cádiz, nos situamos a 2 puntos del líder, y seguimos manteniando los 6 puntos de ventaja sobre el quinto clasificado. Lo que a principio de temporada era una utopía pensarlo, estamos muy cerca de conseguirlo, lo estamos rozando con las manos. Quedan 5 jornadas y nadie sabe lo que va a pasar de aquí al final, aunque el futuro parece muy esperanzador. Lo que si está claro es que la Balona sigue haciendo historia, y va continuar luchando primero por conseguir meterse en las eliminatorias de ascenso, y luego por ascender.
Nos tenemos que remontar a la temporada 98-99 para presenciar otro ascenso de la Real Balompédica Linense. En esta época la liguilla de ascenso no era como en la actualidad, que tienes que disputar varias eliminatorias, sino que antes había grupos con 4 equipos donde todos jugaban entre sí y solo ascendía el campeón de cada uno de esos grupos.
En esta época el equipo fue dirigido durante bastante tiempo por el gran Rafael Escobar, pero fue cesado por el presidente, Ángel Serrano, tras una mala racha de resultados del equipo y Baby y Márquez cogieron las riendas del equipo. El conjunto blanquinegro terminó la temporada regular con 81 puntos, después de ganar 24 partidos, empatar 9 y perder 5 y trás haber marcado 56 goles a favor y 19 en contra.
Tenemos que mencionar que este año la Balona fue reconocida como el equipo menos goleado de Europa durante gran parte de la temporada
Llegó la fase de ascenso y el sorteo deparó que nuestra Balona debía enfrentarse al Maracena, Villafranca y Hellín. Comenzamos ganando 1-0 al Maracena, 1-2 ganamos en Villafranca y empatando a 1 en casa del Hellín, con lo cual la cosa iba bastante bien. Después conseguimos ganar 2-0 en casa al Villafranca de nuevo, y cosechamos nuestra primera y única derrota en casa del Maracena por 1-0. Sólo quedaba el partido decisivo en casa frente al Hellín, y con el empate nos valía.
El ambiente en el Municipal era espectacular ya que el equipo salió arropado por mas de 10.000 almas blanquinegras que no pararon de animar durante todo el partido. La Balona consiguió ponerse 2-0 en el marcador,pero luego el Hellín consiguió empatar el partido 2-2 y acabamos sufriendo y pidiendo la hora, pero el peligro no fue a más , y una vez que el arbitro pitó el final del partido se desató la locura en el Municipal y en La Línea de la Concepción. Hubo invasión de campo por parte de los aficionados y en las calles y en los bares se celebró el ascenso durante toda la noche.
A través de fotos y de videos, voy a dedicar esta entrada del blog a la afición, a esa fiel afición blanquinegra que nunca falla y que siempre está ahi animando a su equipo:
El 4 de Enero de este año se celebró en la Plaza de la
Iglesia el centenario de la Real Balompédica Linense. Nuestro equipo, el club
de nuestros amores cumplió los 100 años y lo hizo por la puerta grande,
comenzando el año situado en los puestos que dan acceso a jugar la fase de ascenso
a la Liga Adelante.
Este 4 de enero fue una fecha especial por eso, por la gran
fiesta que había preparada en la Plaza de la Iglesia, donde gentes de todas las
edades pudieron disfrutar de mil maneras diferentes. Globos y bengalas para los
más pequeños, una tarta gigante con el escudo del club que todo el mundo pudo
degustar, música, fuegos artificiales, banderas, camisetas, trompetas, la banda de
municipal de música, chirigotas y muchas más cosas que hicieron de ese día algo histórico
para la ciudad.
Los jugadores blanquinegros estuvieron durante toda la tarde
en la plaza para disfrutar y para que la gente pudiera disfrutar con ellos.
Todo el mundo quería hacerse una foto con sus ídolos, con el entrenador, con el
presidente, Alfredo Gallardo, que está marcando una época en el club y que está
haciendo historia. Nadie se quería perder la gran fiesta del centenario.
No todos los clubes
pueden decir que han cumplido 100 años. Durante esos años ha habido momentos
dulces y momentos amargos, pero lo que siempre perdura es la afición, una
afición que en todo momento ha sido fiel con el club y nunca le ha dado de lado,por eso este centenario es un premio para el
club y para todo el pueblo de La Línea de la Concepción, se lo merece.
Otro gran día que quedará para la historia. Fue un año convulso en el que la Balona tuvo que esperar a la última jornada de liga para clasificarse para la mal llamada "liguilla", y lo hizo ganando en Los Barrios ante una gran cantidad de público llegado desde La Linea de la Concepción.
La primera eliminatoria de ascenso tocó jugarla contra el Anguiano, un equipo de La Rioja practicamente desconocido, pero que puso en serios apuros a la Balona. El resultado de la ida no dejó muy contento ni a equipo ni a afición, ya que fue de 1-0 con gol de Jonhy, con lo cual nos jugábamos el pase a la siguiente eliminatoria fuera de casa y en un campo en muy malas condiciones. El Anguiano logró empatar la eliminatoria, pero 2 minutos después Coco nos volvió a poner por delante con un derechazo desde fuera del area imposible para el portero. Practicamente en el minuto 90 volvió a marcar el Anguiano y acabamos sufriendo , pero se consiguió el pase a la siguiente y definitiva ronda, donde esperaba el todopoderoso Mirandés.
El partido de ida se jugó en La Línea, ante 10.000 espectadores balonos y 300 venidos desde Miranda de Ebro. Fue un partido donde tuvimos muy mala suerte y donde el Mirandés se adelantó con un golazo de Pablo Infante desde fuera del área imparable para David Pérez. La Balona buscó el gol durante todo el partido, y tuvo ocasiones para haberse ido para Miranda con una gran ventaja en el marcador, pero el gol no llegaba y la gente perdía las esperanzas. Hasta que llegó él, Isaac Luis Chico, Copi, para recoger un globo un poco mas lejos de la frontal del área, bajar el balón , preparársela, y pegar un derechazo imparable para el portero. Golazo y locura en el Municipal.
Fueron unos 300 los aficionados que pudieron desplazarse hasta Miranda de Ebro, hacia el estadio llamado Anduva, que sería un infierno rojillo. La Balona venía con las esperanzas intactas y con la fe de conseguir el ascenso. El estadio estaba a reventar , no cabía un alma y los aficionados linenses animaban sin parar a su equipo. El partido no comenzó bien, ya que en el minuto 12 aproximadamente se adelantó el Mirandés. Las cosas pintaban feas. Pero la fe blanquinegra mueve montañas, y 1 minuto después, en la siguiente jugada, Fede empató de cabeza a la salida de un corner. La eliminatoria estaba empatada.
Este fue el resultado al descanso. La segunda parte comenzó con un Mirandés totalmente volcado contra la portería de David Pérez, pero fue Carlos Guerra el que, tras un saque de falta botado por Joseph, marcó el 1-2 y llevó la locura a la afición blanquinegra y la desolación a la hinchada rojilla. El sueño del ascenso parecía cada vez mas cerca, pero aquí tocaba sufrir, y el Mirandés hizo el 2-2 en el minuto 15 tras un fallo de entendimiento entre defensa y portero. La cosa se complicaba, pero 10 minutos mas tarde, tras un pase magistral de Miguélez, Joseph con un toque sutil hizo el 2-3 de vaselina ante la mirada de incredulidad de todo el estadio. Se desató la locura en las gradas y en el banquillo balono.
Minutos después , tras un fallo garrafal del arbitro, llegó de nuevo el empate del Mirandés tras un gran remate de cabeza. Quedaban 20 minutos y de ahí al final ese estadio iba a ser un infierno. el Mirandés lo intentaba una y otra vez bajo una fuerte lluvia. La afición local apretaba de lo lindo , mientras que la afición blanquinegra animaba y sufría como nunca, mojándose y dejándose la garganta por su equipo. Las ocasiones llegaban una detrás de otra, pero siempre aparecía la defensa o David Pérez, que perfectamente pudo hacer el mejor partido de su carrera como futbolista. El tiempo se acababa, y al Mirandés le quedaba una ultima ocasión, un saque de esquina donde subió a rematar hasta el portero. El balón salió despejado por la defensa y el arbitro pitó el final. Entonces se desató la locura en el banquillo, que invadió el terreno de juego. La grada blanquinegra estaba loca de alegría, y querían saltar al campo para celebrarlo con los jugadores, pero la policía no lo permitía. Todo lo que quedó de ahí al final del día fue tranquilidad, disfrute y celebración, tanto en Miranda de Ebro como en La Línea de la Concepción, donde la gente se hechó a las calles para celebrar el tan deseado ascenso a Segunda División B.
Al día siguiente, el equipo llegó a La Línea, donde había preparado una gran fiesta en la Plaza de la Constitución. Los jugadores subieron a la terraza del museo del Istmo y allí cantaron y celebraron, junto a más de 7000 almas blanquinegras, el tan preciado ascenso de categoría.
